Cuenta atrás es un thriller, una obra de suspense llevada al teatro en la que se plantea una reflexión profunda sobre el miedo, la inseguridad, el azar, la soledad y la impotencia. A través de sus personajes complejos y situaciones extremas, se exploran las emociones humanas en su forma más cruda. La desesperación que se produce cuando el tiempo se acaba y no se logra tener el más mínimo progreso en la búsqueda de la solución se intensifica a medida que avanza la trama, creando tensión entre los protagonistas. Cada tick del reloj resuena como un recordatorio del inevitable destino al que se enfrentan, lo que los lleva a extremos que desafían su cordura y su moralidad, revelando así la fragilidad de la mente ante circunstancias incontrolables. La obra no solo entretiene, sino que invita a la reflexión sobre cómo cada uno manejaría situaciones similares de desesperación y la lucha interna por encontrar esperanza en el caos.
El suspense psicológico es un género más propio del mundo audiovisual que del teatral. Desarrollado dentro del cine, con maestros como Alfred Hitchcock y habitual en las series policiacas de TV, en esta ocasión se ajusta al mundo de la escena, eludiendo lo cinematográfico y llevando al espectador a una experiencia teatral intensa.
Inspirada en la obra Carnaval del catalán Jordi Galcerán, Cuenta atrás tiene un texto conformado por las aportaciones de los componentes de Banarte, que le dan una dinámica y estructura trepidante que lleva a una resolución sorprendente.
La vulnerabilidad del ser humano, sujeto a las vicisitudes del azar, la soledad, el miedo y el mal —ese mal que puede anidar dentro de cada uno de nosotros—, que, como en este caso, puede llevar a la búsqueda de la venganza por despecho, queda reflejada en la hora y media escasa que dura el hecho teatral. Planteando al espectador, tras una trepidante, loca y sin sentido carrera contrarreloj que va engrandeciendo la angustia, cómo podemos enfrentarnos a situaciones desesperadas y a la existencia de la locura.